domingo, 13 de enero de 2013

Para gustos, los colores


  ¿Alguna vez os han preguntado por qué hacéis lo que os gusta? Porque a mí ya van unas cuantas veces. Y jode sobremanera. ¿Qué por qué jode? Pues por el simple hecho de que la gente sea tan estúpida que le tenga que buscar una explicación a las cosas que gustan.




  Cuando algo te gusta lo último que haces es preguntarte el por qué. Simplemente lo disfrutas. Te la suda que la gente que haya alrededor tuyo no entienda el por qué (que a veces no lo entiendes ni tú), o que a ellos no les guste. Pero te molesta a más no poder que quieran una explicación lógica a por qué te gusta lo que te gusta, o al menos es lo que me pasa a mí.

  Reconozcamos que al disgusto siempre hay una explicación lógica que darle, o al menos casi siempre. “No me gustan las matemáticas porque me hago un lío con ellas”. “Me encanta escribir. ¿Por qué? Porque me gusta”. Bastante tenemos con buscarle una razón a todo aquello que hacemos para buscársela también al disfrutar por disfrutar. Aprovechemos de esos momentos en los que podemos dejarnos llevar por la irracionalidad un rato, ya sea bailando, dibujando, cantando o haciendo lo que a cada uno le guste hacer (a alguna gente son cosas realmente extrañas… digamos sacarse los mocos de la nariz… ^^). Disfrutemos de ellos tanto como podamos para cuando no podamos hacerlo cuando la vida cotidiana no nos deje. Dejemos de buscar una explicación a todo, que ya sé que el ser humano es curioso por naturaleza, pero una cosa es ser curioso y otra demasiado cotilla. No nos cuenta tanto aceptar que otra gente tenga gustos distintos a nosotros, no veo la necesidad de preguntar a la gente por qué está con la pareja con la que está, o por qué no tiene pareja, o por qué le gusta el color rojo, o el tipo de música… Simplemente aceptemos como nos vienen, tal y como son, de la misma forma que podríamos aceptar que cambien sus gustos, que les deje de gustar el azul para que les guste el violeta. Y lo más importante (y tiene gracia que lo diga yo), aceptémonos tal y como somos nosotros mismos, no nos preguntemos por qué hacemos lo que hacemos si sabemos que nos gusta, ni intentemos cambiarnos a la fuerza nosotros mismos por ponerlos al nivel de los demás, eso sólo hace daño, y para hacernos daño ya está el resto de la gente.

  Bueno, yo ya pienso que es hora de que me vaya despidiendo, que dos entradas en un día es más que suficiente, pero es lo que tienen los arrebatos de pasión, o de rabia, según se vea: no puedes desaprovecharlos, y pienso que como no suba la entrada ahora mismo, en cuando la relea en el momento de subirla, me arrepentiré, y la dejaré en borradores, o peor aún, la borraré. Así que me despido ya, esperando que aprovechéis lo que queda de día. Nos vemos en la próxima entrada (espero el próximo domingo).

4 comentarios:

  1. Me encanta esta entrada, de verdad, es preciosa.

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  2. Esto si que me gusto mucho, solo dire que en un comentario de que si te gustaba ayudar a tu pareja en ciertas labores del hogar entre ellas lavar platos , todos o en su mayoria contestaba que si y yo por el contrario conteste que a mi no me gustaba eso. La consecuencia fue que entre todos ya me traian azado y tuve que decirles que ademas no me gustaba ser mandilon jaja y me fue peor. De un modo o de otro no me gusta lavar platos asi que te felicito por tu postura. A mi me gusta jajajjja. Saludos de vuestro amigo desde zapopan Jalisco

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    1. Hombre, es que las labores de la casa no le gustan a nadie, sea quien sea. Si se dice lo contrario es para quedar bien a los ojos de los demás. Muchas gracias por comentar, y me alegro de que te guste la página! Espero verte por aquí más a menudo ^^

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