domingo, 13 de enero de 2013

Querido 2012:

  Pasaste casi sin darme cuenta, pero, si me pongo a pensarlo, tus  366 días me dieron para mucho.

  Has sido el año de descubrir mi verdadera vocación tras darme cuenta que aquello que estaba haciendo no me completaba, un año de decisiones, unas más acertadas, otras menos; has sido el año de superarme a mí misma un poquito más, de realizar colaboraciones y, en definitiva, mi año más Blogger hasta el momento; también has sido un año en el que he podido conocer a muchas (tanto por vía Blogger como por otros ámbitos) personas increíbles, cada una en lo suyo, además de personajes que ahora me son indispensables en mi día a día y a los que desearía poder ver más a menudo. Por otra parte, has sido el año en el que me he dado cuenta de quiénes serían aquellos que me apoyasen incondicionalmente en aquello que yo eligiese y quiénes han sido lo que han ido bajando de mi escenario a lo largo del tiempo. 

  De ti, pienso guardar momentos que no tengo previsto olvidar con facilidad, como aquel abrazo tan fuerte y esperado el seis de agosto, o aquel paseo interminable, o de las largas caminatas cogidos de la mano mientras charlábamos de todo y nada a la vez, o de mi primer aprobado en mi nueva carrera, de las conversaciones de casi veinticuatro horas (con esos ¿qué preferirías? tan extraños, rebuscados y que me arrancaban sonrisas), las risas con mi madre en nochebuena, los desayunos con los amigos, o los días de "estudio intenso" con todos en la biblioteca... Tampoco voy a olvidar lo menos bueno, como ese jodido veintinueve de febrero, o la vez que me desmayé frente a la puerta de la facultad, o aquella otra vez que me volví a desmayar en la puerta de la... sí, vale, mi sino es terminar muriendo frente a la dichosa puerta de la facultad...


  En lo que a sociedad se refiere, serás recordado como uno de los años más hijoputescos. Aun así, pobre de ti, que ni culpa tienes del hundimiento del Costa Concordia, ni de lo ocurrido en el Madrid Arenas, ni tampoco de que los mandamases se pasen por el forro de las chaquetas obtenidas a base de fraudes la situación de la sociedad y prefieran recortar en aspectos tan importantes como son educación y sanidad en vez de en recortar sus desorbitantes salarios. Tampoco es culpa tuya la crisis que hemos sufrido a lo largo de tus días (y de la que aún no nos hemos deshecho) que ha provocado semejante paro, fugas de cerebros y emigración de jóvenes en busca de un porvenir más seguro que aquí, de la misma forma que tampoco lo es el gran número de desahucios que a más de uno ha llevado al suicidio... No, nada de esto es culpa tuya, pero por ellos serás recordado como el año de las huelgas, las manifestaciones y del irremediable hundimiento del país. 

  Pero tú no te preocupes, aunque socialmente se te recuerde así, personalmente, cada uno de nosotros conservaremos, aunque sea, un solo recuerdo bueno de ti. No has sido ni el mejor ni el peor de los años, sólo uno que ha sido y ha pasado.

  En cuanto a este 2013 espero que mejore, tanto en las cosas buenas como en las malas, un poco, como mínimo, más, y que se llene de buenos recuerdos junto a los personajillos que quiero.

  Por lo que respecta a mis bloggeriles, nos vemos en una próxima entrada y feliz año nuevo!

2 comentarios:

  1. quéeeeeeee bonito blog :))
    ojalá tu 2013 sea genial

    http://my-yellowworld.blogspot.com.es

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    Respuestas
    1. Muchas gracias!! Espero verte más a menudo por aquí ^^

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